EL USO Y CUIDADO DEL AGUA EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA SIERRA TARAHUMARA


En el marco del Día Internacional del Agua (22 de marzo) Horacio Almanza habló sobre la importancia de este elemento vital y su relación con el proyecto nacional de Conacyt Impactos del desarrollo en la disponibilidad accesos y calidad del agua, el cual se realiza actualmente con investigadores de otros estados de la República. EL propósito es abundaren el estudio sobre las prácticas, ritos y métodos que los pueblos originarios utilizan para acceder y captar el agua en zonas altas de la Sierra Tarahumara.

En este sentido, el antropólogo Horacio Almanza, investigador del Centro INAH Chihuahua manifestó “el agua representa un medio de subsistencia para el pueblo rarámuri, han desarrollado un conocimiento y habilidades para aprovecharla de la mejor manera. Es contrastante que la sierra es la fábrica de agua del estado, sin embargo, quienes viven en lo alto de las montañas tienen poco acceso a las grandes cantidades del líquido”.

En ese mismo sentido afirmó “las dimensiones que se abarcan por medio del proyecto es el de conocer el punto de vista directo de la comunidad; saber qué es lo que viven, lo que observan, lo que sienten, lo que es importante para ellos y lo que quieren comunicar. Entender que el agua es esencial para todos, en esa medida, interesa ver como utilizan el agua; principalmente de los manantiales y arroyos, sus formas de vida son amigables tanto para el suelo y los recursos. Han desarrollado técnicas tradicionales para acceder y administrar el agua, además están abiertos al diálogo y la incorporación de infraestructura y tecnologías modernas”.

El estudio que han realizado mediante investigación de campo ha arrojado que “estas comunidades cuidan el agua principalmente utilizándola en pocas cantidades, en el sentido de que es consumida solo de manera racional y necesaria; no en masa como las sociedades consumistas. A su vez son buenos administradores del recurso y además contribuyen al cuidado del medio ambiente a través de su participación en programas no gubernamentales como la forestación en la sierra, ayudando a los bosques a regenerarse y evitar el cambio climático y la erosión del suelo”.

En una valoración final Horacio Almanza concluye “que no se puede entender el agua si no se conoce la geología de la sierra, de los bosques, los suelos. La tala inmoderada perjudica la captación y acumulación de recurso en el subsuelo, por lo que se debe de ver a estos elementos de manera integral. La batalla por la conservación no está perdida en la medida en que se tome acción acorde a los retos. Nosotros gozamos de agua en buena medida y de calidad porque las comunidades indígenas se han encargado de cuidar los ecosistemas en lo alto de las montañas”.

 

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